El panorama empresarial está cambiando rápidamente con la publicación del Proyecto de Ley de Información Empresarial sobre Sostenibilidad en el Congreso. Esta normativa, que transpone la directiva europea CSRD ( Corporate Sustainability Reporting Directory ), introduce un nuevo nivel de exigencia para las empresas en cuanto a su responsabilidad ambiental, social y de gobernanza ( ESG ).
Una de las áreas clave de esta nueva ley es el informe de la huella de carbono , que ahora será obligatorio para una gama más amplia de empresas. Este artículo analiza en detalle lo que significa la nueva normativa, cómo afectará a las empresas y qué pasos deben tomar para adaptarse.
¿Qué implica la nueva normativa de sostenibilidad empresarial?
El Proyecto de Ley de Información Empresarial sobre Sostenibilidad es mucho más que un simple requisito legal: es un reflejo del compromiso global con un desarrollo sostenible. Este marco normativo busca garantizar que las empresas asuman responsabilidad por su impacto ambiental y social, promoviendo una mayor transparencia.
Entre los aspectos más destacados se incluyen:
- La obligación de medir y reportar las emisiones de gases de efecto invernadero ( GEI ) en los tres alcances establecidos.
- El desarrollo de estrategias de reducción de emisiones con metas claras y basadas en datos científicos.
- La verificación obligatoria de la información reportada por verificadores externos acreditados, lo que refuerza la credibilidad de los datos.
Estos elementos transforman la sostenibilidad en un requisito estratégico que no solo ayuda a cumplir con las normativas, sino también a fortalecer la posición de las empresas frente a sus stakeholders.
El papel de la huella de carbono en la nueva normativa
El concepto de huella de carbono cobra especial relevancia bajo esta normativa. Este indicador mide las emisiones totales de gases de efecto invernadero que una organización genera directa o indirectamente. La nueva ley exige que las empresas aborden los tres alcances de emisiones para una visión completa de su impacto:
Alcance 1: Emisiones directas
Se refieren a las emisiones generadas directamente por la empresa, como la quema de combustibles en instalaciones propias o vehículos de su flota.
Alcance 2: Emisiones indirectas del consumo energético
Incluyen las emisiones derivadas del consumo de electricidad, calor o vapor adquiridos. Estas emisiones son producidas por terceros, pero están directamente vinculadas al uso energético de la empresa.
Alcance 3: Emisiones indirectas de la cadena de valor
El alcance más amplio y complejo, abarca todas las emisiones generadas por actividades indirectas, como la producción de materias primas, el transporte de bienes, los desplazamientos de empleados y el uso de productos finales.
El informe exhaustivo de estos tres alcances permite a las empresas identificar puntos críticos y diseñar estrategias efectivas de reducción.
Estrategias de reducción
El informe de sostenibilidad no solo consiste en medir las emisiones, sino también en establecer objetivos claros para reducirlas. Las metas de reducción de emisiones deben estar alineadas con los estándares internacionales, como los objetivos de 1,5 °C del Acuerdo de París.
Verificación externa
La nueva normativa introduce un componente esencial: la verificación obligatoria de la información por parte de terceros acreditados. Este paso asegura que los datos reportados sean precisos, confiables y útiles para la toma de decisiones.
Calendario de implementación de la normativa
El alcance de las obligaciones depende del tamaño y tipo de empresa, con un calendario de aplicación gradual:
- Desde 2025 : Obligatorio para empresas grandes que cumplan al menos dos de estos criterios:
-Más de 250 empleados.
-Facturación superior a 40 millones de euros.
-Activos superiores a 20 millones de euros.
- Desde 2026 : Aplicable a pequeñas y medianas empresas cotizadas, excluyendo microempresas.
Este enfoque escalonado permite a las empresas más pequeñas preparar los recursos necesarios para adaptarse.
Adaptarse al cambio: ¿Está tu empresa preparada?
La implementación exitosa de la CSRD requiere planificación y compromiso. En airCO2, ayudamos a las empresas a adaptarse a estos nuevos desafíos, calculando su huella de carbono, diseñando estrategias de reducción y garantizando el cumplimiento normativo.
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